La semana pasada, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que integraba las propuestas de diferentes legisladores con el objetivo de mejorar el acceso a la información sobre los que consumimos a través de un cambio en las etiquetas de los alimentos y las bebidas.[1]

 

Este tema no es menor. México se encuentra en los primeros lugares de obesidad infantil a nivel mundial; actualmente 1 de cada 3 niños y niñas y 7 de cada 10 adultos ya padecen algún grado de sobrepeso u obesidad. Estas enfermedades son el principal detonador de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles, mismas que tienen la capacidad de dejar a nuestro sistema de salud sin recursos, y representan además, las principales causas de muerte en el país. La declaratoria de emergencia epidemiológica decretada en 2016, evidenció que cada año morían más de 98 mil mexicanos y mexicanas por diabetes. Hoy, esta cifra asciende a más de 100 mil decesos cada año.[2]

 

La evidencia científica (independiente de los intereses comerciales de las industrias de alimentos y bebidas), es muy clara al señalar que la alimentación de la población mexicana, es por mucho, el mayor de riesgo al que nos enfrentamos, y recientemente, la Organización Panamericana de la Salud ha demostrado que México es el mayor consumidor de productos ultraprocesados en la región[3]. Sin duda, diversas estrategias se deben poner en marcha para reducir el consumo de estos productos que son, a todas luces malsanos (la mayor parte de estos productos son altos en sodio, azucares, grasas o calorías vacías), a pesar de sus promesas de estar adicionados con vitaminas y minerales. En este sentido, los etiquetados frontales claros y de advertencia son el primer paso para avanzar hacia una estrategia integral que contemple también la regulación de estos dentro de las escuelas, y las restricciones en la promoción y publicidad dirigida a niños y niñas.[4]

 

La necesidad de un etiquetado de advertencia, ha sido apoyada por agencias internacionales como la OPS, UNICEF y FAO[5]. Ha recibido además el impulso de Organizaciones de la Sociedad Civil y grupos de consumidores, así como de expertos en Salud Pública, y la propias Secretarías de Salud y Economía, quienes emitieron opiniones en positivo sobre el dictamen.

 

El resultado fue que la Comisión de Salud, logró una votación favorable para que esta propuesta de etiquetado llegue al Pleno de la Cámara: Con 24 votos a favor, 0 en contra y 2 abstenciones (del PAN), la iniciativa avanza.

 

Sin embargo, obtener este resultado no fue nada fácil. Desde el inicio del Periodo, las ONGs e investigadores se han enfrentado a una fuerte oposición de las industrias de alimentos y bebidas, que operan a través de Cámaras Empresariales y organizaciones que ellas mismas financian. Estas industrias invierten millones de pesos en cabildeo y comunicación para limpiar su imagen y evitar a toda costa las regulaciones del estado, por una sencilla razón: su objetivo es proteger sus intereses comerciales, a pesar de que para lograrlo, deban pasar por encima del derecho a la protección de la salud y acceso a la información de la población mexicana.

 

Así, han puesto en marcha diferentes estrategias para frenar el avance acciones que como esta, buscan proteger a los consumidores más vulnerables: los niños y las niñas.

 

En Febrero, durante la presentación del libro “La Obesidad en México”[6], a la que asistieron investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública, representantes de la Organización Panamericana de la Salud, los Subsecretarios de Salud y Economía y Comercio (los Doctores Húgo López-Gatell y Ernesto Acevedo), además de los integrantes de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, cabilderos de la CANACINTRA (cámara que representa a la industria de bebidas) aprovecharon para repartir su propia publicación “La alimentación de los mexicanos”, y organizaciones ligadas con Coca Cola México como “Quiero Saber Salud” inundaron las redes sociales con mensajes a favor del consumo de productos ultraprocesados, argumentando que estos pueden ser parte de una vida saludable. Esta organización además, intentó desacreditar la evidencia de cambios a nivel de los sistemas y entornos alimentarios presentada por el INSP, argumentando que la solución a toda la problemática, radica no en mejorar las condiciones de vida, sino en educar a los consumidores (un argumento que la evidencia seria ya ha demostrado, se queda corto ante la profundidad de la problemática).

 

En Abril, La Dip. Miroslava Sánchez Galván, Presidenta de la Comisión de Salud organizó el Foro “Sobrepeso, Obesidad y Diabetes: Construyendo una Agenda Integral”[7]. En este se escuchó tanto a los investigadores, los representantes del Ejecutivo, los Organismos de Sociedad Civil y la Iniciativa Privada. A pesar de que, los actores de la industria constantemente reiteran su buena voluntad y disposición para participar en un proceso integral de construcción de una agenda contra la obesidad, sus participaciones dejan claro una cosa: las únicas propuestas que están dispuestos a apoyar son la promoción de la Actividad Física y la educación (siempre y cuando esta no hable sobre evitar el consumo de refrescos y chatarra, y se enfoque más bien en el balance calórico, discurso que le permite a sus productos no nutritivos, entrar en los hogares con la misma legitimidad que una papaya, una tortilla o un nopal).

Durante sus intervenciones, los representantes de la ANPRAC[8] (Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas), CONCAMIN (Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos), y CONMEXICO (Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C), que agrupa a marcas como: Bimbo, Coca Cola, Barcel, Jugos Del Valle, la embotelladora de refrescos Arca Continental, Danone, Ferrero, Bacardí, Peñafiel, Gepp (que agrupa a mercas como 7up, Pepsi, Lipton y Gatorade), Ferrero, Hershey’s, Jumex, Kellogg’s, Nestlé, Gamesa, Sabritas, Quaker, Sonrics, LaLa, y MARS, entre muchas otras[9], afirmaron (sin evidencia que respaldara sus declaraciones), que medidas como los Impuestos Especiales a las bebidas azucaradas dañaban a los mexicanos más pobres, ya que actualmente “no les alcanza para consumir bebidas azucaradas que forman parte de la canasta básica” (sigo sin encontrar evidencia científica que confirme que dejar de consumir un producto que incrementa el riesgo de diabetes se traduce en una afectación al sector más pobre de la población..), que el etiquetado GDA necesita más tiempo para hacer efecto (a pesar de que este etiquetado existe como medida autorregulatoria desde el 2011 y fue publicado en la Norma Oficial Mexicana 051 desde el 2014[10] y cuenta incluso con una evaluación de su utilidad y compresión que fue publicada en la ENSANUT de Medio Camino 2016[11] (en esta encuesta se comprobó que la población mexicana no encuentra este sistema de etiquetado como una herramienta util para informarse y tomar decisiones). La representante de CONMEXICO insistío en que “se debía legislar partiendo de la confianza en las industrias” (¡Mientras que los grupos independientes exigimos que la política pública se base en evidencia científica sólida y libre de intereses comerciales!).

 

Para quienes conocen las facultades y deberes del estado, queda claro que el poder legislativo debe representar los intereses de la población y como servidores públicos, no les corresponde proteger las ganancias de industrias privadas transnacionales. Además se debe reconocer que la política pública se debe adaptar al contexto de cada población, y no la población a una propuesta impuesta por intereses como sucedió con el etiquetado GDA.

 

Pero esto no fue el final de los ataques de la industrias. En los siguientes meses, se encargaron de operar no sólo a través de sus cabilderos, sino también de alcanzar a poderosos y bien posicionados actores dentro del partido de mayoría: MORENA.

 

Fue así que, liderados por la Diputada Tatiana Clouthier, el Pool de Asesores de MORENA se encargaron de sabotear la Sesión Ordinaria de la Comisión de Salud programada el día 27 de Junio[12]. Primero, se intentó introducir en el dictamen, un transitorio (mismo que no contaba con la opinión favorable del ejecutivo) que pretendía que la definición del tipo de etiquetado debería quedar en manos del “Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico” (evidentemente, un órgano en el cual las industrias se encuentran bien representadas, pero no así, la intención de defender la salud de los mexicanos).[13]

Finalmente, ante la falta de apoyo de los integrantes de la Comisión de Salud para aprobar este transitorio, la estrategia de las industrias fue influir en diferentes legisladores para “reventar” la sesión por falta de Quorum. Y funcionó.

A pesar de que Diputados como Francisco Favela Peñuñuri[14] (PT) y Javier Hidalgo Ponce[15] (MORENA) estuvieron presentes en la sesión, estos se rehusaron a firmar su asistencia y optaron por retirarse, dejando al resto de sus compañeros de la Comisión, sin suficientes números para sesionar, y posponiendo así la discusión, lo que permitió frenar (momentaneamente) la aprobación del dictamen.

 

Durante esta jornada, las Diputadas Miroslava Sánchez Galván y Carmen Medel Palma, quien también fue promovente y una fuerte promotora de este dictamen (ambas Médicas de profesión), sufrieron intensas presiones para retrasar esta discusión, ante las cuales se mantuvieron firmes. Esto deja como lección que la oposición de el sector industrial se debe al temor que tienen ante la efectividad de esta medida.

 

Unas semanas después la Diputada Tatiana Clouthier volvió a intervenir, convocando a una sesión en la que se discutirían “Propuestas integrales para el combate a la obesidad” y una propuesta que eliminaba la palabra “etiquetado frontal de advertencia” y añadía el término “densidad nutrimental” circuló entre los integrantes de la comisión de salud como la “nueva propuesta de la 4T”[16]. Esta propuesta se trataba en realidad de un intento por evitar los sellos claros y efectivos para dar paso a un sistema denominado “Nutriscore”.

Este sistema tiene varias fallas desde su diseño que evitan que los consumidores identifiquen los nutrimentos críticos (sobre esto escribiré próximamente).

 

Finalmente, el 24 de Julio, la Sesión Ordinaria de la Comisión de Salud pudo llevarse a cabo (antes que la reunión convocada por Tatiana Clouthier, quien sospechosamente tuvo que cancelar dicha reunión). En el recinto, las organizaciones de la sociedad civil, consumidores e investigadoras estuvieron presentes documentando los hechos y las posturas de las y los legisladores en un proceso de participación ciudadana sin precedentes. (Quedó claro quienes intentan proteger a las industrias, pues varios integrantes de la Comisión abogaron por realizar más foros en los que se consulte la opinión de este sector).

 

La mayoría por la afirmativa es un gran paso que se debe celebrar, pues nos acerca cada vez más a una política sensata basada en evidencia. Sin embargo, es apenas el primero de muchos que debemos dar. En cada uno, se pueden esperar los juegos sucios de las industrias tratando de frenar el proceso. Por ello, la documentación y exposición de estos casos de conflicto de interés seguirá presente, demandando que se garanticen nuestros derechos y se priorice el interés superior de la niñez y no los mismos intereses que por años nos han mantenido en la desinformación y la enfermedad.

[1] Aprueba Comisión de Salud dictamen en materia de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas

http://www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Boletines/2019/Julio/24/1964-Aprueba-Comision-de-Salud-dictamen-en-materia-de-etiquetado-de-alimentos-y-bebidas-no-alcoholicas

 

[2] Declaratoria de emergencia epidemiológica EE-4-2016. CENAPRECE. https://www.gob.mx/salud/prensa/emite-la-secretaria-de-salud-emergencia-epidemiologica-por-diabetes-mellitus-y-obesidad

 

 

[3] México, primer lugar en América Latina en consumo de productos ultraprocesados. https://www.jornada.com.mx/2018/02/28/sociedad/038n1soc

 

 

[4] Comité de expertos académicos nacionales del etiquetado frontal de alimentos y bebidas. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342018000400024&lng=es&nrm=iso&tlng=es

 

[5] Agencias de la ONU en México se pronuncian a favor de un etiquetado de alimentos claro, sencillo, veraz y de fácil comprensión

http://www.fao.org/mexico/noticias/detail-events/es/c/1192817/

 

[6]Presenta INSP libro La Obesidad en México. https://www.insp.mx/avisos/4885-presentacion-libro-obesidad-legisladores.html

 

[7]Foro Sobrepeso, obesidad y Diabetes. https://www.facebook.com/camaradediputados/videos/-foro-sobrepeso-obesidad-y-diabetes-construyendo-una-agenda-integral/2372263393052456/

 

[8] ANPRAC: Industria Refresquera Mexicana. http://anprac.org.mx/

 

[9] CONMEXICO, asociados: https://www.conmexico.com.mx/

 

[10] Etiquetados Claros. ¿por qué tenemos este etiquetado en México? http://etiquetadosclaros.org/etiquetados-enganosos-en-mexico/

 

[11] Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino, 2016. https://www.insp.mx/avisos/4576-resultados-ensanut-mc-2016.html

 

[12] Tatiana y su transitorio contra la 4T. https://www.sinembargo.mx/09-07-2019/3609474

 

[13] Etiquetado, obesidad y Tatiana Clouthier. https://lasillarota.com/opinion/columnas/etiquetado-obesidad-y-tatiana-clouthier/295068

 

[14] SIL. Diputados. Favela Peñiñuri. PT http://sil.gobernacion.gob.mx/Librerias/pp_PerfilLegislador.php?Referencia=9223065

 

[15] SIL. Diputados. Javier Hidalgo. MORENA http://sil.gobernacion.gob.mx/Librerias/pp_PerfilLegislador.php?Referencia=9222985

 

[16] Circula propuesta en Diputados diseñada por la industria. Se hace pasar por propuesta de la 4T. https://alianzasalud.org.mx/2019/07/circula-propuesta-de-etiquetado-de-alimentos-disenado-por-la-industria-a-nombre-de-la-4t/